martes, 27 de mayo de 2014

Tíckets, recibos y papel de fax

A pesar de que la intuición suele funcionar a la hora de reciclar, no es el caso de los tíckets y recibos que nos dan en los supermercados.

El problema es que la mayoría de estos tíckets no son de papel normal, sino óptico. El papel óptico está recubierto de productos químicos que reaccionan con el calor de modo que al incidir sobre ellos el láser de la impresora, las letras y los números irán apareciendo en el papel sin necesitad de usar tinta. Esto supone un ahorro para los comercios (el láser, al contrario que los cartuchos de tinta, no se gasta) y permite que, pasado un tiempo, el recibo se vaya oscureciendo hasta volverse ilegible.

Sin embargo, a pesar de las ventajas que presentan, esos mismos productos químicos son los que impiden que se puedan reciclar, por lo que deberían tirarse a la basura.

Pero las sustancias que recubren los tíckets no son inocuas para la salud y algunas como el Bisfenol A, se ha demostrado que son cancerígenas.

Lo más sensato y lo más ecológico sería no pedir tícket a no ser que sea totalmente necesario.

No sólo los tíckets de supermercado están hechos de papel óptico. También los recibos de los TPV (el resguardo de la tarjeta que te dan en los comercios), los recibos de los cajeros de los bancos, el papel de Fax (si es que alguien sigue usándolo), las entradas de cine y la mayoría de resguardos que nos dan en los comercios. Si la tinta desaparece con el tiempo, es papel óptico.

martes, 20 de mayo de 2014

El contenedor amarillo

Qué se puede tirar al contenedor amarillo es uno de los grandes misterios del reciclaje. Los contenedores de vidrio y papel son bastante intuitivos y no hay muchas dudas sobre qué se puede depositar en ellos. Pero el contenedor amarillo, es otra historia.

Cuando se implantó el reciclaje obligatorio en las ciudades, se hizo un poco forzado, sin explicar bien las cosas a la población. De ahí viene que muchas personas sigan considerando al contenedor amarillo como el de los "plásticos" y depositen en él residuos que deberían ir a la basura o al punto limpio.

El contenedor amarillo, en realidad, es el de los "envases" ¿y qué puedo tirar en él? Pues casi todo lo que sea un envase (salvo los de vidrio y papel, obviamente). Esto incluye, por supuesto, objetos de plástico (como botellas, los envases de los yogures o las bandejas en las que venden la comida envasada), pero también materiales compuestos (los tetrabriks de leche), metales (latas de refresco y conservas) o madera (cajas de fruta).

Sin embargo, en contra de la creencia popular, hay muchos objetos de plástico que nunca deberían depositarse en este contenedor. Los objetos realizados con plásticos pesados no son reciclables. Juguetes, peines, chanclas, maquinillas de afeitar deshechables, cajas o rotuladores no deberían tirarse al contenedor amarillo porque, a pesar de ser de plástico, no son envases.