Tapones de corcho

Quizás porque hay una importante industria a la que no se quiere dañar o porque el precio del proceso es bastante caro, en nuestro país no se reciclan los tapones de corcho, a pesar de que se podrían usar para la realización de aislantes o conglomerados. Algunas empresas recogen corchos para mandarlos a la planta que hay en Portugal, pero es complicado encontrar los contenedores.

Si no conoces ninguna empresa que recoja corchos, lo mejor es depositarlos en la basura para no interrumpir el reciclaje de otro tipo de productos.

Envases de yogures de cerámica

Los lácteos son uno de los productos que más envases diferentes pueden presentar. Lo más normal es verlos en los típicos envases de plástico, pero también aparecen en vasitos de vidrio, en botellas y (lo que nos atañe hoy) en recipientes de cerámica. Esto se puede encontrar sobre todo en yogures, cuajadas y cremas catalanas que pretenden ser más rústicos o artesanales que el resto.

Sin embargo, esta presentación tiene un problema: es la única de todas las posibles que no es reciclable. Ni se puede depositar con los envases en el contenedor amarillo, ni con el vidrio al contenedor verde (pues, al igual que ocurre con el vidrio, estropearía toda la cadena de reciclado).

El único lugar en que se puede y se tiene que echar es al cubo de la basura.

Post-it

Aunque parezca absurdo que alguien tenga dudas respecto a estos populares trozos de papel que se pueden pegar y despegar cuantas veces se quiera, hay webs especializadas en reciclaje que aconsejan no tirarlas a contenedor de papel por la goma del pegamento.

Ante la duda, he preferido preguntar directamente a la empresa que se encarga del reciclado (es decir Ecoenbes) y ellos afirman que los post-it (y otros productos semejantes) se reciclan igual que el resto de papeles. Es decir, hay que depositarlos en el contenedor azul.

Papel de aluminio

El papel de aluminio, papel de plata o papel albal (en España, esta fue la primera marca que lo comercializó y su nombre ha acabado por convertirse en el nombre genérico del producto) se lleva usando desde hace mucho tiempo para cocinar al horno, envolver alimentos...

Se considera un envase metálico por lo que, al igual que las latas de conserva, se debe depositar en el contenedor amarillo.

Vasos y copas

Tirar un vaso al contenedor verde es algo que todo el mundo ha hecho en su vida. Nos parece lo más lógico teniendo en cuenta de lo que está hecho. Después de todo, el cristal con el que está hecho no se diferencia mucho del vidrio que forma, por ejemplo, una botella de refresco. Ambos son transparentes, son duros, se rompen si reciben un golpe fuerte, los pedazos cortan bastante...

Sin embargo, por muchas similitudes que tengan, el vidrio y el cristal no son el mismo material. La diferencia principal es que el cristal lleva plomo. Este metal, además de darle brillo y transparencia, también hace que sea más resistente al calor, de modo que no se fundiría en los hornos que se usan para reciclar el vidrio. Las afiladas esquirlas del vaso quedarían incrustadas en los nuevos envases y habría que tirarlos.

Por tanto, siempre hay que tener en cuenta que los objetos elaborados con cristal (vasos, copas, ventanas, bombillas...) se deben tirar a la basura, nunca al contenedor verde.

Cajas de madera

Una de las cuestiones más sorprendentes del mundo del reciclaje es que las cajas de madera en las que muchas veces vienen botellas de vino o whisky, fresas, té, café o cerezas se consideran envases y, por tanto, deben depositarse en el contenedor amarillo aunque parezca completamente ilógico. Eso siempre que no sean demasiado grandes para entrar por el agujero del contenedor, en cuyo caso tendrían que llevarse al punto limpio.

No sé bien qué harán con las cajas en las plantas de reciclaje porque la única forma que se me ocurre de reciclar una caja es haciendo serrín, pero si ellos lo dicen será por algo.

Las ventanas de los sobres

Aunque resulta obvio que los sobres de papel que llegan a nuestros buzones tienen que depositarse en el contenedor azul, no es tan fácil saber qué hacer con aquellos que llevan una ventana transparente en el frontal ¿Qué hacer entonces con ellas? Hay opiniones para todos los gustos.

Lo principal es saber que las ventanas, al ser plásticas, no pueden tirarse al contenedor azul. Así que se debería separar la ventana (incluida la parte pegada por dentro al papel) y tirar al contenedor azul sólo el papel.

Una vez hecho esto nos encontraremos con otro problema ¿Qué hacemos con las ventanas? Pues no hay una respuesta clara. Yo siempre había oído que se tenían que tirar a la basura, aunque acabo de encontrar una guía del Ayuntamiento de Madrid en la que dice que las ventanas se deben ir al contenedor amarillo, a pesar de que (obviamente) no sean un envase. En ese caso habría que asegurarse de quitar el papel que se hubiera quedado pegado.

De todas formas, ante la duda, siempre es mejor tirarlo a la basura que estropear la cadena de reciclaje.